El nuevo Hospital de Coquimbo se erige como una infraestructura de alta complejidad que redefine el estándar hospitalario en la Región de Coquimbo. Con más de ciento veinte mil metros cuadrados distribuidos en siete niveles y un subterráneo, su diseño arquitectónico responde a criterios de eficiencia funcional, resiliencia sísmica y proyección territorial. La estructura incorpora aisladores sísmicos y una zonificación rigurosa que separa flujos clínicos, logísticos y administrativos, garantizando seguridad operativa y continuidad asistencial en contextos críticos.

El programa arquitectónico contempla 22 pabellones, 57 box de consulta, 62 salas de procedimientos, 6 salas de parto integral, 8 unidades de urgencia, 38 sillones de diálisis y 20 box dentales. Su capacidad de hospitalización alcanza las 605 camas, distribuidas en unidades médico-quirúrgicas, críticas, gineco-obstétricas, pediátricas, neonatológicas y de psiquiatría adulta. Esta configuración permite abordar una amplia gama de especialidades, consolidando al hospital como centro de referencia regional en neurocirugía, traumatología avanzada y cuidados intensivos pediátricos.